miércoles, 3 de febrero de 2010

Los buitres del Tolima

La representación tolimense al senado de la república es un cadáver insepulto. Un cuerpo informe de míticas figuras en proceso de descomposición o más bien, en proceso de extinción gracias a sus muchos procesos penales.

Luego de la debacle que eso ha significado para el Tolima, luego de ese imperdonable error histórico, se pensó de manera optimista que las circunstancias iban a permitir un necesario relevo generacional o el nacimiento de un nuevo liderazgo regional que cambiara para siempre la manera como se hace política en el Tolima. Pero nada de eso a sucedido.

Y mientras Mauricio Jaramillo y Luís Humberto Gómez Gallo cansados de darse madera en el congreso en detrimento del Tolima ahora sueñan con enfrentarse en la candidatura por la gobernación: manadas de buitres jóvenes y viejos tratan de acabar con los restos del cadáver insepulto de nuestra representación al congreso. Viniendo de departamentos vecinos o lejanos sobrevuelan nuestro huérfano cuerpo electoral tratando de arrancar hasta el último jirón de votos que puedan encontrar sobre nuestro suelo para luego retornar a las lejanas alturas donde viven y donde esperan eructárselos a sus crías.

Viejos senadores (porque no quiero ofenderlos llamándolos buitres) como Camilo Sánchez del partido liberal, Hernán Andrade conservador o Manuel Virquez de Mira, que aunque han obtenido nuestros votos nunca han movido un dedo por el Tolima, se disputan el vacío de liderazgo regional con viejos políticos como Carlos Romero del Polo, Leonor Serrano de Cambio Radical o viejos periodistas como Edgar Artunduaga junto a nuevos tolimenses que acaban de acordarse que tienen ancestros pijaos que justifiquen el expolio como Juan Mario Laserna del partido conservador o el ex ministro Juan Lozano del partido de la U.

Hasta Camilo Romero de un grupo llamado “vamos independientes al senado” está tratando de pescar en éste río revuelto.

Tiemblo de solo pensar en las cifras de vivienda de interés social que el neo-tolimense Juan Lozano le dio al Tolima en su ministerio en comparación con otras regiones del país o de los anti-ecológicos permisos de explotación minera que otorgó en nuestro suelo sin importarle un pito nuestro intoxicado futuro. Tiemblo de recordar la poca ayuda que Juan Mario le dio a su hermana Julia Laserna cuando se estrenaba como directora del Museo de Arte del Tolima y no había ni con qué pagar los servicios mientras él disfrutaba puestos de inmenso poder económico.

Tiemblo por todos ellos, que sin importar que los logros de sus gestiones anteriores hayan sido pirricos para la región, creen que se ven como tolimenses orgullosos bebiendo aguardiente taparoja y hablándole a la prensa del potencial natural de nuestra tierra. Aunque todos sabemos que el único dinero que el Tolima le ve a éstos políticos de rapiña es el que gastan cada cuatro años en sus campañas y el que dejan al alquilar sus sedes políticas.

En su única y feliz oportunidad de hacer una renovación política, el Tolima va a tener pocos candidatos reales al senado y algunos como Guillermo Santos, ya comienzan cojos sus campañas pues recordemos que lo único destacado en su pobre desempeño en el congreso es la acusación de plagio (mezcla de robo a la propiedad intelectual y fraude) que le hicieron por un proyecto de ley dizque para frenar la corrupción.

Ante todos estos buitres del Tolima solamente nos queda la esperanza de que algo nuevo surja en la Cámara de Representantes cuya tragedia seguramente será motivo de otra diatriba.

Darío Ortiz

No hay comentarios: