En algún lugar de América quedan dos territorios llamados Metrópolis y Ciudad Gótica escogidos para vivir por dos Súper hombres, llenos de súper poderes a quienes llamamos súper héroes. Uno de ellos tuvo formación de comando en su oscuro pasado y hasta estuvo preso, el otro cayó a una finca donde se crió manejando tractor y montando a caballo sin olvidar jamás que vino de un planeta donde los civiles son guardianes de la ley.
Por supuesto estoy hablando de Batman y Superman quienes con sus propias manos son capaces de pegarle en la cara a todo aquel que desafíe sus súper poderes.
Ambos son súper ricos porque mientras Superman tiene una mina de diamantes en el ártico y además saca oro o petróleo del subsuelo cuando quiere, Batman es dueño de una multinacional que entre otras cosas vende armas para los ejércitos del mundo y maneja acciones en miles de empresas y negocios de finca raíz. Sin embargo ninguno de los dos utiliza su dinero en beneficio de los más necesitados cuyo drama social es el origen de la mayoría de los problemas de Metrópolis y Ciudad Gótica. Los problemas cuando son visibles prefieren resolverlos a puños y a patadas.
Desde la llegada de los dos Súper hombres a sus respectivas ciudades los anónimos mafiositos de barrio, los ladrones de tienda y los asaltantes de transportes bancarios quedaron relegados frente a enemigos de valía pues todo súper héroe necesita súper enemigos a quienes llaman afectuosamente los archienemigos.
Las otrora aburridas tardes de Metrópolis y Ciudad Gótica ahora esperan invasiones extranjeras o extra terrestres, las bandas delincuenciales ahora las dirigen los archienemigos, como alias “El Pingüino”, “El Guasón” o el propio Lex Luthor, el antiguo íntimo amigo de Superman cuando era campesino. Archienemigos con los cuales los Súper no tienen problema en aliarse para derrotar a enemigos superiores.
De vez en cuando éste par de fenómenos se reúnen con otros súper héroes de otras regiones del mundo en el Salón de la Justicia donde demuestran que son amiguísimos y que trabajan unidos contra otros archienemigos o si su popularidad no está muy buena pelean entre ellos en reuniones privadas que luego todo el mundo conoce para vender más comics. Pues el objetivo último de sus creadores es el Rating de sintonía que los mantiene en el mercado y que los hace reelegir como los más súper de los súper.
Es pura coincidencia si el lector cree que hablo de Uribe y Chávez quienes para ser reelegidos y no perder sus Súper Poderes, después de decir el uno que ya ha derrotado a sus archienemigos Farc y Mancusso, y a Bush y a la pobreza el otro, tal vez no les queda más que convertir en archienemigo a su vecino y aliado comercial.
Aunque todos sabemos que la vida en Ciudad Gótica y en Metrópolis sería mucho más agradable y más segura sin la presencia de estos dos súper héroes y de algunos de sus archienemigos.
El Nuevo Día, febrero 24 de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario